Doña Sara Figueroa fue la primera en llevarse la corona. Actualmente tiene 73 años y hace 50 que se dedica a elaborar las empanadas más reconocidas en nuestra provincia. Su abuela fue la precursora en esta actividad; ella le enseñó a su madre y ésta se lo transmitió a Sara. Tiene cuatro hijos y varios nietos. Los presidentes de Paraguay, Bolivia y Uruguay probaron sus exquisiteces y el ex presidente Carlos Menem, cada vez que visitaba la provincia, sólo aceptaba comer las empanadas que ella preparaba. Sara sólo se atreve a expresar: “Las hago con tanto cariño y amor que el día que no las pueda hacer me voy a morir”, fue su comentario.
El historiador de Famaillá Pedro Barrientos habla de esta tradición culinaria y dice: “Rastrear el sabor, el espíritu y el simbolismo de la empanada famaillense es adentrarse en el corazón mismo de su pueblo, en el amor de sus mujeres hacendosas que hicieron de ella el manjar intemporal, arcón sagrado que atesora sus sentimientos más nobles para sus seres queridos y sus amistades. A punto tal que no hay fiesta o domingo especial que no adorne la empanada la mesa familiar, expandiendo el aroma y el sabor y el etéreo mensaje de cariño y amistad en un rito casi mágico, donde se funden las fronteras de lo material y espiritual Es que esta comida criolla y festoneada es mucho más que su sabor, su presentación festoneada de primorosos repulgues y que al paladearla despierta satisfacciones intimas a través del sentido del gusto en la profundidades del espíritu”.
El historiador de Famaillá Pedro Barrientos habla de esta tradición culinaria y dice: “Rastrear el sabor, el espíritu y el simbolismo de la empanada famaillense es adentrarse en el corazón mismo de su pueblo, en el amor de sus mujeres hacendosas que hicieron de ella el manjar intemporal, arcón sagrado que atesora sus sentimientos más nobles para sus seres queridos y sus amistades. A punto tal que no hay fiesta o domingo especial que no adorne la empanada la mesa familiar, expandiendo el aroma y el sabor y el etéreo mensaje de cariño y amistad en un rito casi mágico, donde se funden las fronteras de lo material y espiritual Es que esta comida criolla y festoneada es mucho más que su sabor, su presentación festoneada de primorosos repulgues y que al paladearla despierta satisfacciones intimas a través del sentido del gusto en la profundidades del espíritu”.
A esta fascinante típica fiesta, se le suman otras actividades muy atrayentes también. Visitar la Parroquia Nuestra Señora del Carmen, es mucho más que conocer una hermosa capilla, ya que la misma es reconocida como un Monumento Histórico Nacional. La Galería de la Veneración, que es un Parque Temático Religioso, también es un sitio al que uno no puede dejar de lado en su paseo por esta cautivadora ciudad tucumana.
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